Anónimo

Mi terapia con Manuela comenzó con la intención de solucionar mis problemas de estómago. Claro que primero había ido al medico digestivo, porque la comida me sentaba mal, aunque eso solo era la punta del iceberg. El digestivo tras descartar afecciones físicas me dijo que mi problema eran "los nervios", y me recomendó que fuera a un psiquiatra. No me apetecía visitar a un psiquiatra y menos si no le veía el sentido, pues mis problemas eran de estómago. Junto con los problemas de estómago también había tenido varios ataques de pánico y a veces me agobiaba, y cada vez con más frecuencia. Desde el principio de mi terapia me sentí muy cómodo. Junto a ella emprendí un viaje por mi interior, desenredando los pensamientos y las emociones para poder ver con claridad quien realmente soy. Se despertó mi curiosidad por mirarme a mí mismo de forma mas objetiva. Durante el viaje me ha ayudado ha ver el miedo cuando entra en escena, y más importante a ver que estoy equipado con lo necesario para crecer superar las adversidades. Abrir los ojos fue el primer paso, ahora velo cada día por mi, y se que hay una parte de mi a la que le gusta entregarse a los demás, lo hago, pero con más medida y criterio. Consciente de lo que pasa en mi interior.