Anónimo

Me gustaría agradecer a Manuela el apoyo que me presta en el camino que estoy realizando. Yo pensaba que había superado una depresión post parto pero cada vez que dejaba el tratamiento volvía a recaer. Me recomendaron acudir a un especialista que me hizo ver que la solución no estaba únicamente en la medicación, sino que, también necesitaba terapia. Así fue como conocí a Manuela. Tengo que confesar que al principio me sentía nerviosa, desconfiada porque desconocía lo que me iba a encontrar, temía el tener que contar mi vida a una desconocida. Gracias a la dulzura que caracteriza a Manuela, su empatía y su implicación en el trabajo que realiza, se fue creando un ambiente de confianza entre las dos. Me sorprendía las cosas tan íntimas que le contaba de manera natural. Poco a poco, he ido descubriendo muchos aspectos de mi vida que estaban ocultos pero que me condicionan en el día a día. Gracias a la terapia he comenzado un proceso de cambio, de crecimiento personal, que ha repercutido positivamente en los diferentes ámbitos de mi vida. Gracias Manuela, por estar ahí, a mi lado, por saber que cuento con tu ayuda para aceptarme tal y como soy, por ayudarme a aceptar los momentos feos que se puedan presentar, por abrirme los ojos a las cosas verdaderamente importantes. Gracias.