Marta

Mi nombre es Marta, tengo 35 años, y hace dos me diagnosticaron cáncer de mama. Creo que soy una persona muy racional y llevé, dentro de lo que cabe, bien la noticia, bien el tratamiento y bien la operación. Estaba con fuerzas para dar todo de mi para curarme y para que la tan temida quimioterapia me resultara lo mas llevadera posible. Hice todo lo que estaba en mi mano. Ahora creo que me preocupé tanto de mi cuerpo que me olvidé de mis sentimientos. Aunque solo había una cosa para la que yo sentía que no tenía capacidades para llevarlo yo sola. Y es el hecho de que la maternidad la iba a tener que posponer 5 años por el tratamiento y que además uno de los efectos secundarios de la quimioterapia es la infertilidad. Me vi que necesitaba que alguien me diera herramientas para poder asumir que o no voy a tener hijos o por lo menos no ahora. Esta situación me entristecía y mucho. Empecé terapia, iba todas las semanas, y veía que me gustaba ir. Realmente no sabía bien porqué iba. Seguía con el mismo pensamiento en la cabeza, la misma tristeza, pero me sentía cómoda cada vez que iba. Poco a poco empecé en terapia a hablar de otros temas sin ser el embarazo, de lo que ha supuesto la enfermedad para mi, y de más temas. Lo cierto es que esa tristeza ha ido disminuyendo, y a penas lloro cuando pienso en el tema. Me gusta mucho algo que me dijo Manuela en una ocasión y que creo que resume muy bien lo que supone la terapia para mi. Es algo así como que la terapia no me va a ayudar a quitarme ese dolor ( el dolor de no poder ser madre), pero si a no vivir con tristeza y sufrimiento. Y lo cierto es que me encuentro mucho mejor. Además, estoy sacando los miedos que por ser una persona tan racional, no me permití sacar cuando estuve enferma. A día de hoy sigo en terapia. Llevo 8 meses, y haciendo balance de cómo empecé y cómo estoy ahora es absolutamente positivo. Ya el ser madre o no, supongo que terminará siendo una anécdota en mi vida. Pero lo que no lo será es que tuve cáncer y lo vencí. Tengo claro que los médicos y las medicinas me quitaron el bulto, mis ganas y mi gente me hicieron vencer la enfermedad, y que la terapia me está ayudando a “ ordenar mi cabecita” y mis sentimientos. Besos.