Verónica M.J.

Una de las cosas que he tenido clara en mí vida , era ir a terapia. Poder tener transparencia al 100% con alguien para que me guie, encontrar el porqué de preguntas y aunque no las encontrara no aferrarme a ello, poder aceptar mis miedos y transformarlos. Ese día ocurrió cuando estaba cansada de estar cansada y ser consciente de mi miedo si quería salir de mi estado de confort. Es inexplicable las primeras sesiones y muchas de las siguientes, junto con ello las emociones que viví. Una persona “ extraña” ( Manuela) que me ayude a curar mis heridas y que me revolviera lo guardado, lo no sanado junto con las consecuencias en mi vida…..era raro. Hubo situaciones de querer salir, correr e irme. Me revolvía y ese momento no me gustaba pero gracias a esa revoltura, solté lo viejo y dejé entrar lo nuevo. Una parte de mí, me recordaba que las terapias como un regalo y me gusta disfrutar de los regalos. Así lo hice. Descubrí lo divertido y emocionante que es para mí poder tener mis momentos para “soltar” lo que mi cuerpo y mi mente necesitaba y aprenderlo bajo el respeto. ¿ Afortunada? Sí , lo llamo así. Sé que volveré porque la vida son etapas con conexiones y a la misma vez con independencia. Esta ha sido mi experiencia de una forma muy resumida pero muy exacta . Gracias Manuela y al equipo, por no darme las cosas tan fáciles ni masticadas, por guiarme y enseñarme a ser yo, buscar mi camino, mis respuestas, mis decisiones…, todo. Son tres días los que estamos en esta hermosa vida, disfruto, aprendo, bailo, río, lloro, toco fondo…pero ante todo cojo airé, respiro, aprendo y sigo.