Hoy nos hemos vuelto a despertar con la triste noticia de un nuevo atentado. Que dolor, tanto sufrimiento, tanta radicalidad, tan poca tolerancia en aceptar lo diferente. ¿Nos cuesta tanto en convivir en armonía todos con todas, independiente de su raza, color, religión, etc.?

¿ Cómo vives lo diferente? ¿ Te asustas? ¿ Te atrae?

Lo reconozco, yo he tenido que aprender desde la diferencia. Vivo en un país que me ha acogido, con todos los aprendizajes que eso conlleva. Me considero una persona tímida, que me ha costado adaptarme a un nuevo entorno, siendo ” diferente”.

Llevo 16 años en España y recuerdo como si fuera ayer, mis primeros años. Me costaba hablar, me costaba relacionarme por miedo al rechazo pensaba yo, pero era realmente por miedo a ” ser diferente”, a ” llamar la atención”. Me gustaba la idea de pasar desapercibida, de no hacerme notar y de camuflarme en la multitud.

Poco a poco empecé a aprender desde la diferencia, desde lo que puedo aportar a las personas con vivencias complementarias, con miradas distintas. A quienes no les gustará mi acento, mi nacionalidad, pero ya no lucho contra los prejuicios. Cada día aprendo que cada persona tiene su ritmo, sus historias y sus elecciones.

También yo en mi historia he vivido al diferente con rechazo, con miedo, con cautela, con distancia. Creo en las diferencias, en la suma, en las distintas miradas, en las diferentes elecciones y opiniones. Me gusta escuchar distintas posturas políticas, distintos puntos de vista, me gusta tener la libertad de cambiar de opinión.

La diferencia me ha hecho diferente, me ha ayudado a ampliar la mirada, a crecer , a ser mas tolerante y a madurar.