Todos percibimos la vida de acuerdo a nuestras experiencias. La familia, el colegio, el entorno, las vivencias personales, las relaciones interpersonales, los logros, los fracasos, etc nos van condicionando en nuestra forma de mirar el mundo. La diversidad, las distintas percepciones nos ayudan a tener miradas más amplias. A veces nos puede molestar opiniones distintas, formas de ver la vida opuestas y rechazamos lo diferente. Sin embargo la suma de las miradas amplia nuestro campo de visión.
Creo en las diferencias, en las distintas miradas, en la amplitud de mente.  Si todos pudiéramos sumar miradas, visiones, opiniones, tendríamos menos conflictos y trataríamos con respeto al diferente.

En un proceso psicoterapéutico la mirada se agudiza, se amplia y se ven cosas que antes no veían o no se valoraban. A veces hace falta que nos iluminen el camino y que podamos ver lugares que creíamos escondidos. Valorar la diferencia, me complementa, me hace más critico, me abre los ojos de la razón y del corazón. Si tu miras el sol y yo la luna podremos juntos mirar el universo.

Yo te enciendo la linterna, ¿ Te animas?