” Hay cosas buenas aún en lo malo; sólo observando se puede distinguir.” 

William Shakespeare

Nuestros ojos pueden ver, mirar u observar.

Ver consiste en percibir  una cosa a través del sentido de la vista. No implica detenerte en algo, es una visión general de lo que está a tu alrededor. Cuando ves no te detienes, es un acto rápido.

Cuando miras, detienes tu mirada en algo en particular. Miras una flor, te miras al espejo.

Cuando observas lo que haces es mirar algo o a alguien con mucha atención y detenimiento para adquirir algún conocimiento sobre su comportamiento o sus características. Esto signfica que para observar tenemos que ver y mirar al mismo tiempo. Este fenómeno está sustentado en buena parte en lo que miramos y en buena medida en nuestra experiencia previa. Esto me hizo reflexionar sobre nuestro sentido de la vista y quise hacer una pausa para observar algo que también veo en consulta. ¿ Vemos, miramos u observamos?

Cuando acudimos por primera vez a consulta quizás empezamos por ver lo que nos sucede, estamos más en el afuera de los acontecimientos, poco a poco nos adentramos en el mirar y muy gradualmente vamos llegando a la observación.

Muchas veces creo que aunque tengamos los ojos abiertos no estamos observando lo que nos sucede ni tampoco miramos, sólo estamos viendo. No nos vinculamos con lo que está delante y vemos la vida pasar como un simple espectador. Nos distraemos en el ver y mirar.

Me he encontrado con frases como ” Tengo miedo de ir a terapia por lo que puedo encontrarme.” ” Tengo miedo de volverme loca y prefiero no recrear eso ni hablar del tema.” ” ¿Y si descubro cosas que no me gustan?”

Parece que nos da miedo conocernos, mirar y abrir los ojos para observar  nuestra vida.

Nos da miedo observar, pues esto implica experimentar y conocer. El miedo a lo desconocido nos paraliza y preferimos muchas veces pasar de puntillas que observar que sensaciones estoy teniendo, que se me está despertando, que estoy pensando, etc. Observarme implica tener mirada crítica conmigo y con lo que me rodea, implica ser honest@ conmigo y reconocer mis engaños y toparme con cosas lindas que están escondidas.

Haz una pausa y observáte. Cierra los ojos ahora mismo y conecta contigo. Cierra los ojos para observar lo que te está pasando. A veces tener los ojos demasiado abiertos a lo que sucede fuera nos impide poder observar la vida. Nos distraemos en el afuera.

Si empiezas por observarte seguro que podrás observar la vida de otra manera.

” La actividad del ojo puede dividirse en mirar y observar. El mirar sirve en primer lugar para nuestra seguridad corporal, la observación empieza allí dónde concluye el mirar; conduce a disfrutar de las imágenes descubiertas por la mirada” Ernst Neufert

¿ Abres los ojos? ¿ Los usas para ver, mirar o para observar?